Tres hígados.
Tres etapas.
Una sola decisión que puede cambiarlo todo.
🟤 El primero: un hígado sano.
Firme, parejo, funcional.
Un héroe silencioso que trabaja sin descanso:
depura toxinas, regula el metabolismo, guarda energía, produce proteínas…
Todo sin pedir nada a cambio.
🟡 El segundo: un hígado con esteatosis (hígado graso).
Amarillo, inflamado, lleno de grasa.
Un órgano que comienza a sufrir, lentamente,
por culpa del azúcar en exceso, el alcohol, la comida chatarra y el sedentarismo.
Todavía no hay dolor…
pero ya está empezando a deteriorarse.
🟤 El tercero: un hígado con cirrosis.
Duro, deformado, sin retorno.
El tejido sano ha sido reemplazado por cicatrices.
Ya no cumple sus funciones básicas.
Y eso se refleja en todo el cuerpo:
líquido en el abdomen, sangrados, desnutrición, confusión mental…
La cirrosis no aparece de la noche a la mañana.
Llega despacio, en silencio.
Con cada mal hábito que se repite.
Con cada aviso ignorado.
Con cada excusa para no cambiar.
Aún estás a tiempo.
Porque el hígado no avisa… pero sí pasa factura.
🥦 Mejora tu alimentación.
🚶♂️ Haz ejercicio.
💧 Mantente hidratado.
🩺 Controla tu salud con chequeos.
🍷 Y si puedes evitar el alcohol, mejor todavía.
Tu hígado no necesita milagros.
Solo necesita que empieces a cuidarlo hoy.