En 1998, el actor británico Jeremy Irons adquirió el Castillo Kilcoe, una majestuosa fortaleza del siglo XV situada en la costa suroeste de Irlanda.
El castillo, que permaneció en ruinas desde su rendición en 1603, fue restaurado pacientemente por Irons durante más de seis años, devolviéndole su esplendor medieval.
Hoy, Kilcoe Castle es una de las pocas fortalezas habitables del país y un símbolo de dedicación y respeto por la historia.
Aunque no vive allí de forma permanente, el actor pasa largas temporadas junto a su familia y su perrito, disfrutando de lo que él llama su “lugar magnífico”.


