En 2016, Luisa Jansse Harger Da Silva, a sus 21 años, se encontraba de turista en Nueva York cuando, en el metro de Brooklyn, se desmayó y cayó sobre las vías de Atlantic Avenue.
Un tren que se aproximaba la atropelló y sufrió la amputación de un brazo y una pierna. Sobrevivió y ese mismo año demandó a la Metropolitan Transportation Authority, su abogado alegó que “que era una certeza moral que personas inocentes, como la demandante, caerían a las vías si las autoridades no tomaban medidas para instalar dispositivos de seguridad en los bordes de las plataformas”. Ahora, casi 10 años después, la mujer recibió un veredicto del tribunal federal de Brooklyn de casi 82 millones de dólares.


